El suelo, el soporte fundamental de la vida orgánica del planeta, se ve afectado por diversos factores corrosivos para su productividad. La actividad humana es una de las principales causas de esta continua degradación. Es por eso, que la ONU busca crear una conciencia colectiva en cuanto al cuidado de los suelos, y declaró el año 2015, el 22 de junio como el Día Mundial de los Suelos y la Tierra Fértil, para gestionar apropiadamente este recurso natural.
Debido a los extensos períodos de tiempo que le toma renovar todas sus propiedades, el suelo es considerado un recurso no renovable; cualquier alteración física o química representan daños irreparables en su estructura, es decir, el suelo infértil impedirá la supervivencia de toda la flora y fauna del planeta, y por ende del ser humano, al depender de este recurso para evitar la malnutrición, la inseguridad alimentaria y el declive de los ingresos rurales.
Cabe recalcar que la superficie de los suelos es muy susceptible a malas prácticas agrícolas, que lo llevan a la erosión y la improductividad. Asimismo, la deforestación, las explotaciones mineras y otras actividades productivas contaminantes, esterilizan el suelo, acabando con la superficie de tierras productivas. Se estima que para recuperar escasos centímetros de suelo, tomaría alrededor de medio milenio; un futuro poco prometedor para las próximas generaciones, si no se toman medidas al respecto.
#DiaMundialdelSuelo. Pequeñas acciones y decisiones emprendidas, pueden marcar un cambio definitivo y de gran impacto. #Salvemoselplaneta.
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